Desde el domingo 3 de mayo están permitidas las reformas en viviendas deshabitadas y locales cerrados, tal y como se establece en una orden ministerial publicada en el BOE (SND/340/2020). Las empresas de reformas ya pueden retomar su actividad paralizada por el covid-19, siempre y cuando “no se produzca interferencia alguna con las personas no relacionadas con la actividad de la obra”, es decir, con los vecinos.
El Gobierno permite también las obras que se realicen en locales, viviendas y otras zonas delimitadas del edificio no habitadas, o a las que no tengan acceso los residentes mientras duren las obras.
Para poder realizar este tipo de obras, la empresa y los trabajadores deberán:
– Limitar la circulación de trabajadores y materiales por zonas comunes del edificio no sectorizadas y deben adoptar las medidas oportunas para evitar el contacto con los vecinos del edificio
– El acceso y salida de los locales o viviendas a reformar debe producirse al inicio y a la finalización de la jornada laboral.
– Los trabajadores deben adoptar las medidas de prevención e higiene frente al covid-19 indicadas por las autoridades sanitarias.
Esta Orden mantendrá su vigencia hasta la finalización del periodo de estado alarma y sus prórrogas o hasta que existan circunstancias de salud pública que justifiquen la aprobación de una nueva Orden que modifique los términos de la presente.
Andimac, la patronal del sector de reformas, insta al Gobierno a aclarar las fechas de desescalada para la reforma y la rehabilitación, después de esta orden ministerial publicada en el BOE, que levanta el veto impuesto a las obras que no sean de urgencia en edificios de vecinos.
La patronal reconoce que se trata de un primer paso en la buena dirección, aunque muy restrictivo, tras la confusión que generó, tanto a nivel de empresas constructoras y rehabilitadoras como tiendas de materiales, el plan para la transición hacia una nueva normalidad anunciado la semana pasada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el que no había ninguna mención a las obras de reforma y rehabilitación, prohibidas en una orden anterior.
Andimac estima que esta apertura puede representar en torno al 30% del potencial del mercado que había antes del confinamiento. Sin embargo, pide más transparencia sobre la progresión en las fases de desescalada para que las empresas de reforma y rehabilitación puedan llevar a cabo una adecuada política de gestión de ERTE, una correcta planificación en torno a sus necesidades operativas y de liquidez, una óptima política comercial… En definitiva, para que estas compañías, que representan más del 40% de la construcción y dan empleo a unas 500.000 personas, puedan elaborar sus planes de negocio para sobrevivir en un momento tan crítico como el actual.
La patronal reitera la importancia de este tipo de obras para la reconstrucción económica de España y recuerda que el bloqueo de estas actividades podría llegar a eliminar de forma directa (construcción) e indirecta (toda la cadena de suministro e industrial) más de 5 puntos del PIB.